El Marino exporta la cultura del almuerzo en la presentación de D*NA

Bati Bordes, de El Marino Dénia, con Ricard Camarena, preparando los montaditos de figatell y los tomates
Bati Bordes, de El Marino Dénia, con Ricard Camarena, preparando los montaditos de figatell y los tomates

El D*NA marcará un antes y un después en los eventos gastronómicos y también en el reconocimiento de Dénia como una joya en este ámbito por tradición, materias primas y oferta. La presentación en Madrid ha reunido a varios de los chefs que participan en el festival (cuya agenda se ha publicado ya: impactante) y ha contado también con Bati Bordes, de El Marino Dénia. Quien lo conoce, sabe que habla sin falsa modestia cuando apunta que "allí yo era un chapista entre tantas estrellas Michelin".

Bati llevó cigalas y gamba de Dénia, que preparó hervidas, y quiso aportar algo más. Pensó que en un festival que promociona el arte de cocinar -y comer- como autoestima, placer y conocimiento de la Marina Alta se tenía que hablar de la "cultura del almuerzo". (Esa comida sagrada que en algunas ciudades se pasa por alto; y qué mal lo pasamos cuando las visitamos: nos entra el desmayo, y el desamparo. Nos sentimos incomprendidos). Y lo hizo con un contrapunto que sorprendió: el de la sencillez. Reivindicó que "la naturaleza es todo" con unos tomates de quilo y pico (¡!) de un agricultor que los planta en esta época del año. "Hay en septiembre, octubre y noviembre. Y se acabó". Los peló, troceó y únicamente les añadió aceite de oliva virgen extra. Al lado, preparó unos montaditos de figatell con cebolla caramelizada y mayonesa porque "no iba a a hacer bocadillos como para almorzar". Los comensales, extasiados con bocados tan suculentos, eran todo oídos cuando Bati les explicó que las materias primas que habían llevado al Platea Madrid eran "una pequeña muestra de la impresionante cocina de la Marina Alta, donde puedes comer y cenar durante un mes sin repetir el mismo plato ni una sola vez". Nos los podemos imaginar, acabándose el montadito, y asintiendo con devoción. 

Estuvo allí Pepe Romany, del Pont Sec, con sus suculentas coques presentadas junto a uva moscatel, Ricard Camarena y por supuesto el comisario gastronómico del evento, Quique Dacosta, con propuestas deliciosas y arraigadas al terreno, estuvo Aehtma (Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Marina Alta) representada por su presidenta, Cristina Sellés; el alcalde y concejal de turismo, Vicent Grimalt, el vicealcalde, Rafa Carrió y el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer.

Todos remando en la misma dirección: la promoción gastronómica de Dénia a través de un evento que reúne  decenas de estrellas Michelin en un escenario abierto al público, junto al mar, durante un fin de semana. Tenemos muchas ganas.